Quisiera acercarme a ti y decirte:
Hola, oye, me pareces muy interesante ¿te apetecería ir por una taza de café?, decirte que no tengo tiempo de nada, que mi vida es un desastre y que posiblemente me empeñaría en hacer de ti un ser humano feliz y que para cuando suceda eso vamos a terminar muy rotas. Que me aburriría de ti como los demás, que te olvidaría.
Pero hoy me gustaría invitarte a tomar una taza de café, o ir a caminar, o escuchar lo que piensas del arte, hablar… aunque ya no tenga ganas de hablar de mi o de ti, de la vida, las constelaciones, los secretos, las humillaciones. Que dejo las cosas porque no tengo fuerzas para hacerlas. Que por eso no te he hablado aún. Que me pones nerviosa pero que me haces sentir en casa.
¿querrías?
Cuatro Caminos 